Hoy, las organizaciones más competitivas no solo atraen talento, lo activan. No desde el discurso, sino desde estructuras que permiten conectar propósito individual y ambición colectiva. No es un cliché, es una realidad: el talento es el activo más valioso de cualquier organización.
Pero en muchas ocasiones esta frase no se traduce en hechos sino que se escucha repetitivamente en los discursos corporativos, y rara vez se acompaña de estructuras que permitan realmente a las personas (que quieren o alguna vez quisieron) crecer, aportar o transformar.
Dedicamos casi la mitad del día al trabajo y para algunos, es solo una relación transaccional: cumplir y marcharse. Pero muchos otros buscan(mos) algo más. Como dice Xavier Marcet, “desarrollarse profesionalmente es encontrar sentido personal en lo que se hace colectivamente”. Eso es talento: personas que no solo hacen, sino que quieren influir y avanzar.
Pero sin espacios que inspiren, reconozcan e impulsen, ese talento se apaga con el tiempo. Ya sea por falta de oportunidades, desconexión con los valores de la empresa o simplemente por sentirse invisibles; la “soledad no deseada” ya se extrapola a las empresas.
Con la sostenibilidad ocurre algo similar. Cada vez más escuchamos que las empresas que no integren el propósito, la sostenibilidad y el impacto en su modelo de negocio están destinadas al fracaso o a perder competitividad. Pero en muchas ocasiones esto se reduce a un departamento aislado, sin una conexión clara con las personas ni con la estrategia del negocio.
Y me pregunto, y te pregunto: ¿Tiene sentido alardear del talento si no damos a las personas el espacio y la libertad para crear y para crecer? ¿Tiene sentido hablar de sostenibilidad si los equipos no logran conectarla con el negocio y vivirla de forma tangible y real?
Del dicho al hecho
Creo que el mayor reto, y también el mayor logro, de un líder es construir equipos que no solo sepan hacer, sino que cuestionen el orden de las cosas. Eso solo sucede cuando las organizaciones cuidan, potencian e impulsan el talento de su gente.Existen muchas fórmulas, pero hay una que me ha “obsesionado” desde hace años: el intraemprendimiento.
Tras años trabajando en corporación, en la fundación Unlimited me he dedicado los últimos años a crear y liderar proyectos que unen el emprendimiento de impacto con grandes empresas. Este mix me ha dado una visión clara de los retos y oportunidades reales que enfrentan las organizaciones y del potencial real de las personas y los equipos.
El intraemprendimiento es un proceso estructurado donde los empleados desarrollan nuevas ideas, productos o servicios que benefician tanto a la empresa como a ellos mismos.No es solo activar talento interno, sino conectar el propósito individual y con la ambición colectiva para generar valor real desde dentro.
De intraemprendimiento tradicional a intraemprendimiento con impacto
Aunque el concepto de intraemprendimiento lleva más de 40 años, tradicionalmente se ha centrado en mejorar procesos internos o lanzar nuevos productos o servicios. Los Post-its de 3M o Gmail de Google son ya clásicos: ideas desarrolladas por empleados que terminaron siendo claves para la compañía.
Pero hoy, ese enfoque ya no es suficiente.
En Unlimited llevamos más de una década trabajando con grandes organizaciones para convertir su propósito en acción medible. Nuestro modelo 3C —Creer, Crear, Crecer— activa el cambio desde dentro, alineando sostenibilidad, innovación y cultura de liderazgo.
Comenzamos con programas de aceleración y, desde ahí, hemos evolucionado hacia el diseño e implementación de programas de intraemprendimiento con impacto positivo. Una fórmula que impulsa el espíritu emprendedor dentro de la empresa y conecta rentabilidad y propósito, generando valor económico, social y ambiental.
En Unlimited no creemos en ideas sueltas ni en la innovación sin impacto. Porque no se trata solo de innovar, sino de hacerlo alineados con los grandes retos que enfrentamos como sociedad y activando el talento de las organizaciones.
Un programa de intraemprendimiento con impacto no es postureo, ni voluntariado encubierto, ni una campaña de marketing. Tampoco es solo para “los de siempre”. En resumen, es una apuesta estratégica que, junto al acompañamiento de Unlimited, debe:
- Alinearse con los objetivos de negocio y sostenibilidad
- Activar la mentalidad emprendedora
- Reunir equipos diversos para cocrear soluciones a retos reales
- Ofrecer formación, acompañamiento y recursos concretos
- Asegurar tiempo y espacio para idear y desarrollar
- Reconocer el esfuerzo y da visibilidad a lo que se construye
- Terminar con decisiones claras sobre qué proyectos escalar y cómo hacerlo
Y todo esto solo funciona si la organización crea las condiciones adecuadas: compromiso real de la alta dirección y un entorno donde el talento pueda actuar con autonomía y sentido.
Si en tu organización ya hay personas con ganas de cambiar las cosas, quizás solo falte crear el espacio adecuado. ¿Te ayudamos?
Carmen Zaragoza, Directora de operaciones y estrategia
